miércoles, 18 de enero de 2017

LA CORTESÍA COMO VALOR


LA CORTESÍA COMO VALOR




Cortesía es un término que procede de cortés, un adjetivo que permite nombrar a las personas atentas, afables y comedidas. Se trata de la demostración de un sujeto que manifiesta afecto, respeto o atención hacia otro individuo

Por ejemplo: “Por favor, acepte esta copa de champagne sin cargo: es una cortesía de la casa”, “¿Podrías mostrar un poco de cortesía con mis amigas? Ni siquiera saludaste al ingresar”, “El actor mostró una vez más su cortesía al saludar a cada una de sus seguidoras que aguardaba en la puerta del teatro”.


La cortesía, por lo tanto, es una expresión de las buenas maneras o del reconocimiento de las normas sociales que se consideran como correctas o adecuadas. Es importante destacar que la cortesía es un fenómeno cultural: lo que se considerada como cortés en una sociedad puede ser grosero o absurdo en otra.


La cortesía es un comportamiento humano de buena costumbre; en la mejor expresión es el uso práctico de las buenas costumbres o las normas de etiqueta. Es un fenómeno cultural definido y lo que se considera cortés en una cultura puede a menudo ser absolutamente grosero o simplemente extraño en otra Demostración o acto con que se manifiesta la atención, respeto o afecto que tiene una persona a otra. En las cartas, expresión de urbanidad puesta antes de la firma.


El Saludo tiene un gran valor simbólico porque dependiendo de cómo lo expresemos será entendido como un gesto de cercanía, de proximidad, de relaciones profesionales o afectivas o un mero gesto de cortesía y de buenas costumbres. Su ausencia, demuestra un posible enfado o irritación. De aquí surge la frase de “retirar el saludo” como claro reflejo de una actitud hostil o poco amigable.



Las formas en las que se puede realizar el saludo son múltiples: una mirada, una leve inclinación de la cabeza, unas palabras, estrechar las manos, besarse, etcétera. También puede convertirse en un símbolo de identidad de un grupo y demostración de pertenencia al mismo, como puede ser el caso de los comunistas que se saludan con el puño cerrado. Siempre que nos saludan se debe corresponder a éste, como señal de cortesía. Rechazar el saludo es considerado como falta de educación o síntoma de un gran enfado.
Dependiendo de las culturas se realiza de diferentes maneras. En este sentido, puede mencionarse el ejemplo de los eructos en Japón, que son una muestra de buena educación tras una comida ya que demuestra que ha hecho buen provecho. En el mundo occidental, en cambio, eructar está considerado como algo de mal gusto. Algo similar ocurre con el hecho de mascar chicle, tolerado en ámbitos informales (en medio de un juego deportivo, en una reunión de adolescentes, etc.) y condenado en encuentros formales. Así los esquimales se frotan la nariz y los japoneses hacen una reverencia, ya que consideran antihigiénico estrecharse las manos. En la sociedad occidental el gesto más utilizado es el apretón de manos. En su origen, esta acción era una manifestación de paz, ya que al extender la mano se demostraba que no se portaban armas ni instrumentos agresivos. También, el hecho de mostrar la palma de la mano se identifica con una persona honesta y leal


Otra forma de saludar es el abrazo, es una manera más efusiva y se utiliza entre personas que se conocen bastante o en ocasiones especiales; suele darse cuando llevan mucho tiempo sin verse, para felicitar o para expresar un sentimiento de mayor proximidad o sentimiento, como por ejemplo, al dar el pésame. Esta forma de cortesía es mucho más utilizada por los hombres y es poco habitual entre las mujeres; en algunas ocasiones va acompañada con unas palmadas en la espalda, sobre todo si hace tiempo que no se han visto.


El beso es otra forma de saludo y que origina todo tipo de controversias. Es un método cada vez más utilizado, tanto entre mujeres, como entre hombres y mujeres, en actos sociales y empresariales.




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